La UNESCO puso en marcha en 1997 el Programa de la Memoria del Mundo que, a semejanza del Patrimonio Mundial donde se registran los monumentos que deben preservarse como herencia de la humanidad, recoge aquellos documentos que constituyen nuestra memoria insoslayable y deben ser conservados en archivos y bibliotecas. Esta lista suma 158 entradas, con joyas como las tablillas cuneiformes hititas, la Biblia de Gutenberg, la Colección Linneo o los manuscritos de Chopin.
Acabamos de saber que el comité del Programa de la Memoria del Mundo, en su reunión anual que tuvo lugar hace seis días, añadió treinta y cinco nuevos elementos a su registro. Y que han entrado dos procedentes de Hungría: el legado del fundador de los estudios tibetanos, Alexander Csoma de Körös, que se guarda en la Colección Oriental de la Academia Húngara de Ciencias, y el Appendix (1832) de János Bolyai, que registra el nacimiento de la geometría no euclideana. Es un gran honor para nosotros que la documentación web de ambos ítems fuera preparada por Studiolum a partir de los materiales de la Academia Húngara de Ciencias y en colaboración con los colegas de la Academia, presentándola en húngaro, inglés y español.
Alexander Csoma de Körös salió en 1842 de Calcuta hacia Lhasa buscando las presuntas fuentes históricas de los antiguos húngaros en la biblioteca de los Dalai Lamas. Durante los veinte años anteriores se había preparado concienzudamente para este viaje. Viviendo en los monasterios de los lamas del «Tibet indio» aprendió su lengua y su religión, compuso luego el primero de los diccionarios tibetanos y la primera gramática de esta lengua (1834) y dio una descripción tan detallada de la religión budista y del canon literario, por entonces solo vagamente conocido en Europa, que tras él apenas hubo nada esencial que añadir. Sin embargo, nunca llegó a Lhasa. De camino, enfermó de malaria y murió en Darjeeling.
Antes de abandonar Calcuta, sospechando que quizá no volvería nunca, entregó todos sus libros a su discípulo S. C. Malan, secretario de la Sociedad Asiática de Bengala. Malan los pasó a Tivadar Duka, un médico húngaro que, tras el colapso de la guerra de independencia de Hungría, en 1849, había emigrado a Gran Bretaña y viajado luego a India como oficial médico del Ejército Británico. Allí, impresionado por el destino de su compatriota, fue recogiendo toda la información que pudo sobre él. Escribió la primera biografía en inglés y húngaro de Csoma, y en 1885 donó sus libros a la Academia Húngara de Ciencias. Entre los treinta y seis códices tibetanos de Csoma, los más valiosos son los conocidos como «Libros de Alexander». En ellos los lamas dan detallada respuesta a las preguntas que Csoma les hacía sobre muy variados asuntos –filosofía, religión, medicina, astronomía–. Están escritos en forma de preguntas y respuestas y son documentos excepcionales de uno de los primeros contactos serios entre el pensamiento europeo y el tibetano.
En la documentación web del legado de Csoma publicamos por primera vez el facsímil, la transcripción y la traducción de uno de estos Libros de Alexander, el códice número 4 sobre cosmología budista tibetana, y tenemos intención de continuar más adelante con la publicación de los demás volúmenes. La documentación también incluye una completa biografía de Csoma, la descripción de su legado, la biografía de Duka y sus dos biografías de Csoma, así como una presentación abundantemente ilustrada de la «Colección Tibetana» de la Academia Húngara de Ciencias.
El web dedicado al Appendix de János Bolyai contiene la documentación de la conexión y el legado de dos matemáticos geniales, padre e hijo, Farkas y János Bolyai, compilada con extremo cuidado por Károly Horányi y Béla Mázi, del Departamento de Manuscritos de la LHAS. Las páginas incluyen la biografía más actualizada hasta hoy de János Bolyai, basada en fuentes recién descubiertas y nuevas publicaciones, y ofrece por primera vez facsímiles de cartas relevantes de ambos Bolyai. Se puede ver completo el ejemplar del Appendix conservado en la LHAS, en el que se hallan importantes notas manuscritas añadidas por el propio János Bolyai. La documentación también presenta minuciosamente el material completo de la exposición organizada en 2002 por el 200 aniversario del nacimiento de Bolyai, los avatares de la recepción europea de la geometría no euclideana, así como la historia del Premio Internacional Bolyai, establecido a fines del siglo XIX en memoria del gran investigador.
Y mientras contempláis estas páginas, podéis también dar una vuelta por las otras webs preparadas por Studiolum en colaboración con la Academia Húngara de Ciencias. La exposición de Hongkong sobre el legado fotográfico de las expediciones de Aurel Stein a Asia Central, asunto del que hemos escrito ya en Río Wang. La Exposición Stein, organizada con motivo del centenario del descubrimiento de la famosa gruta biblioteca de Dunhuang. La excepcionalmente rica colección de códices hebreos medievales de Dávid Kaufmann, de quien también hemos dado noticias aquí y aquí. El album amicorum de Franciscus Pariz Papai, que contiene notas autógrafas de personalidades de la talla de Isaac Newton o Edmund Halley. La Corvina del siglo XV, del humanista italiano Ludovicus Carbo, compuesta sobre las gloriosas hazañas de Matías Corvino, rey de Hungría, con el facsímil, su transcripción y traducción. Las páginas dedicadas al conde József Teleki, fundador de la biblioteca de la Academia… Dentro de unos meses publicaremos el legado del gran poeta húngaro Miklós Radnóti, asesinado en 1944. Y esperamos que la serie continúe.
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