Carta


Hafez, muerto hace ahora seiscientos años, está tan vivo entre los persas como quizás ningún otro poeta clásico en cualquier otra nación. En el solsticio de primavera un tomo con sus obras se coloca sobre la mesa de Año Nuevo en vez del Corán, sus poemas se recitan de memoria y suenan como si fueran canciones populares. Y como notó en el siglo XIX el gran investigador húngaro del mundo islámico Ármin Vámbéry, esos poemas los cantaban hasta los arrieros al cruzar los pasos del Taurus.

Hoy los poemas de Hafez son a menudo cantados incluso por grupos persas actuales, y en una amplia gama de registros, desde la música clásica persa hasta el heavy metal. A menudo hemos pensado en lo bueno que sería traducir los textos de Hafez y colocar al lado sus versiones musicales modernas, cosa que demostraría cómo se le considera un poeta vivo más que un oscuro vestigio literario medieval, y cómo sus poemas todavía son capaces de adaptarse a formas musicales inesperadas.


Y ahora tenemos la oportunidad de comenzar a hacerlo. En Año Nuevo —el nuestro— apareció un nuevo álbum titulado الکی Alaki «Espurio», de Mohsen Namjoo, conocido como «el Bob Dylan persa» por la prensa de Teherángeles, el populoso barrio de casi un millón de persas de Los Angeles. Más adelante quisiéramos escribir sobre Namjoo y la «poesía cantada» persa en general, que experimenta, con mayor o menor fortuna, la combinación de la música clásica persa con la música pop moderna, y también, curiosamente, con la música del Mediterráneo europeo, utilizando desde el laúd renacentista a la guitarra flamenca (ya vimos una muestra aquí). De momento sólo publicamos la tercera canción del nuevo álbum que, con el título نامه Nâme, «Carta», canta el principio del poema de Hafez از خون دل Az khun-e del, «De la sangre de mi corazón».

Una peculiaridad de este poema es que sigue una estructura poética medieval persa conocida como mulammaʿ, es decir «mixta»: sus versos impares están en persa, y sus versos pares en árabe. Más allá de la curiosidad filológica, esta dualidad ofrece al poeta la posibilidad —también explotada por el cantante— de, en contraste con la relativa moderación y sobriedad de los versos persas, cimentados en consonantes y aliteraciones, dar vía libre a las emociones y la desesperación en los versos árabes. También es interesante observar que los versos árabes suelen expresar un tipo de sabiduría proverbial —que asimismo podría conocer la audiencia persa no hablante del árabe a través del Corán y de la tradición religiosa-. En la transcripción romanizada del texto persa reproducimos en ocasiones la pronunciación intencionalmente arcaica, no registrada en la letra publicada (por ejemplo, nâma en lugar de nâme), y en el texto árabe (en cursiva) la característica pronunciación del «árabe persa», es decir, cómo los persas pronuncian el texto en árabe, por ejemplo, al rezar en árabe. El término talib en el último versículo significa tanto «estudiante» como «buscador»: aquel que busca la verdad, así como el que busca el amor.



Hafez – Mohsen Namjoo: Nâme – Carta


انی رایت دهرا من هجرک القیامه
لیست دموع عینی هذا لنا العلامه
من جرب المجرب حلت به الندامه
و الله ما راینا حبا بلا ملامه
فی بعدها عذاب فی قربها السلامه
حتی یذوق منه کاسا من الکرامه
از خون دل نوشتم نزدیک دوست نامه
دارم من از فراقش در دیده صد علامت
هر چند کازمودم از وی نبود سودم
گفتم ملامت آید گر گرد دوست گردم
پرسیدم از طبیبی احوال دوست گفتا
حافظ چو طالب آمد جامی به جان شیرین

Az khun-e del neveshtam nazdik-e dust nâma
enni raayt o dahra men hejrek al-qiyâma
dâram man az farâghasht dar dide sad alâmat
laysat dumuʿ o ʿayni hâzâ lanal al-ʿalâma

har chand-o kazmudam az vey nabud sudam
man jarrab al-mujarrab hallat beh en-nadâma
goftam malâmat âyad gar gerde dust gardam
vallâh-o mâ raynâ hobba belâ malâma

porsidam az tabibi ahvâl-e dust goftâ
porsidam az tabibi ahvâl-e dust goftâ

fi boʿdehâ azâb-o fi qorbeha as-salâma
fi boʿdehâ azâb-o fi qorbeha as-salâma

khâfez sho talleb âmad jâmi be jân-e shirin
hattâ yezuq-o menho kasa men al-kerâma


con la sangre de mi corazón escribí una carta a mi amada:
cuando estás ausente vivo el Día del Juicio
cien señales de tu ausencia están en mis ojos:
¿Cómo es que mis lágrimas no logran empañarlos?

tantas cuantas veces lo intento, no logro tu recompensa
quienquiera que trate de intentarlo se arrepiente de haberlo probado
dije: seré escarmentado si voy detrás de ti
pero ¡por Dios! ¿quién ha visto alguna vez amor sin escarmiento?

pedí ayuda al médico por culpa de mi amor, y dijo:
«estar a su lado, enfermedad; estar lejos de ella, salud»

ya que Hafez se ha convertido en tu talib, al menos
dale una copa a cambio de su dulce vida
por su vida dale la copa de tu amor


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