Como la cigarra

Map of Argentina from the Hungarian school atlas (1915) of my grandaunt. The inscriptions, probably by her hand, are the following: Near to Lima: “Creoles, Indians”. In Bolivia: “rubber, silver. Capital: Szükre”. Near to Chile: “saltpeter, wheat, potato”. At Argentina, near to Montevideo: “cattle breeding, they produce much canned food”, and near to Patagonia: “many studs, grain”.
Our appeal to our Readers to send us the songs telling about their history has been generously answered by Julia sharing with us her experiences of their change of regime in the early ’80s:

Me di cuenta, al leer esta entrada de Poemas del Río Wang, de que no podía en modo alguno hacer un aporte realmente abarcador de lo que fue la música de protesta o de transición en Argentina. Hay tanto que no conozco o no tengo presente, o que conozco de nombre, pero para ser sinceros no llegó a tocarme directamente. Sin embargo pensando con sinceridad y sin pretender ser en lo más mínimo exhaustiva, hay canciones que se me empezaron a agolpar en la cabeza al considerar el asunto.

No sé si tienen todas la misma calidad, sé que no representan un misma época. Algunas las recuerdo de cuando yo tenía 12 años y empezaba a hablarse de democracia nuevamente en Argentina, otras vienen heredadas de mis padres. Aquí hay un compilado muy aleatorio (aclaro que creo que las últimas son las de valor más universal).

Lo primero que pensé –al darme cuenta de que lo mejor era hablar de uno mismo, porque hay grandes nombres de Argentina que no podrían faltar en un recorrido completo, pero que no formaron parte de mi verdadera historia– fue en los años 1982 y 1983.

En la Argentina, vivíamos desde 1976 gobernados por una dictadura militar (autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional”) que es tristemente célebre por su brutal represión que dejó como saldo miles y miles de muertos. El terrorismo de estado transitaba por cauces subterráneos y su dimensión no fue realmente reconocida por todos en su completa magnitud hasta que volvió la democracia. Se vivía, entonces, un clima de violencia silenciada, de censura y represión ya casi naturalizadas.

En 1982, la Junta Militar nos sumerge en una gran locura: una guerra contra Gran Bretaña por las Islas Malvinas. Si bien creo que todos los argentinos defendemos nuestra soberanía sobre estas islas, el letal proyecto de atacar a los ingleses y mandar una gran cantidad de soldados de 18 años (chicos que estaban haciendo su servicio militar), mal equipados y poco protegidos, fue desgarrador. Lamentablemente muchos argentinos, imbuidos de esa estupidez mental que produce el chauvinismo, aplaudieron al presidente de facto en el poder en ese momento, Comandante Leopoldo F. Galtieri, al proclamar la guerra. La esperable derrota contra los ingleses fue uno de los detonantes más importantes para que el “Proceso” tuviera que dejar el poder y llamara a elecciones en 1983.

El relato de esta guerra viene a cuento aquí, porque fue a causa del enfrentamiento con Gran Bretaña que, en ese año de 1982, la dictadura militar prohibió a las radios pasar música en inglés y se produjo un boom (¡qué rebeldía usar un vocablo del “enemigo”) del llamado “Rock Nacional”.

Luego, en 1983, todos estábamos enfervorizados por la inminente vuelta de la democracia. Yo tenía entre 11 y 12 años (y para datos exóticos vivía en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo) y recuerdo mi fascinación al escuchar las canciones del gran músico del rock argentino, Charly García, como Inconsciente colectivo.


Charly García - Inconsciente colectivo - Del álbum Yendo de la cama al living, 1982

También recuerdo el decir sin decir, pero diciendo bastante, otra canción posterior Los dinosaurios (aludiendo a los militares que se estaban yendo del poder y con una clara referencia a los “desaparecidos”, personas arrestadas, torturadas y, en la mayoría de los casos, asesinadas por el terrorismo de estado que se desplegó durante la dictadura de 1976-1983).


Charly García - Los dinosaurios - Del álbum Clics modernos, 1983

Pero sin duda una canción que reúne a argentinos de todos los ámbitos es Sólo le pido a Dios de León Gieco que fue escrita en 1978, pero se convirtió en un himno pacifista durante la guerra de Malvinas (1982) y luego fue muy simbólica en toda la transición hacia la democracia.


León Gieco - Sólo le pido a Dios - Del álbum IV LP, 1978 - Cantada en el link por Mercedes Sosa

Al llegar a Mercedes Sosa que canta tan lindo esa canción de León Gieco, recordé las de María Elena Walsh que me hacía escuchar mi madre. Esta genial y multifacética autora es una institución de la literatura y canción infantil en nuestro país, pero tiene además canciones “para grandes”, entre ellas Serenata para la tierra de uno, una canción preciosa que me emociona cada vez que la escucho (transmisión materna, sin duda). María Elena Walsh sufrió la cerrazón ideológica de los gobiernos de Juan Domingo Perón (de 1946 a 1955 y de 1973 a 1976 –seguido después de su muerte en 1974 por su mujer, vicepresidente electa) y también la de las distintas dictaduras militares que los sucedieron (salvo pequeñas bocanadas de democracia en la década del 60). Así que esta canción de amor al propio país y de compromiso con él más allá de todas las dificultades, desagrados y contradicciones muestra el sentir preciso de muchos argentinos. Cuesta reconocer, sin embargo, que sólo nosotros somos los culpables de lo que vivimos (no tuvimos invasiones, ataques externos, ni catástrofes naturales que puedan justificar los descalabros de nuestra historia). De todas formas, la letra de la canción es muy sutil, no hay un tono de denuncia, sólo se sobreentienden las dificultades al retratar los tironeos del alma al tener que justificar el querer vivir “en la tierra de uno”.


Serenata para la tierra de uno de María Elena Walsh cantada también por Mercedes Sosa

Otra canción suya, muy emblemática para nosotros, es Como la cigarra. Fue compuesta en épocas de transición de un gobierno militar de los 60 al último de Perón, que luego, en 1976, desembocaría en el “Proceso” militar. Lo curioso es que la misma autora ha dicho que cuando ella cantó en público esta canción hacia 1975 a nadie le llamaba mucho la atención ni parecía entenderla y, sin embargo, años después se convertiría en un himno del renacimiento de la democracia en 1983. Se ve que en ese momento muchos argentinos nos dimos cuenta de que también habíamos sido y éramos como la cigarra.


Como la cigarra – María Elena Walsh, 1972 - En este link cantada Mercedes Sosa (a mediados de los '70 supongo)

Aquí van las letras.

Inconsciente colectivo
Charly García

Nace una flor, todos los días sale el sol
de vez en cuando escuchas aquella voz.
Como de pan, gustosa de cantar,
en los aleros de mi mente con las chicharras.
Pero a la vez existe un transformador
que te consume lo mejor que tenés
te tira atrás, te pide más y más
y llega un punto en que no querés.

Mamá la libertad, siempre la llevarás
dentro del corazón
te pueden corromper
te puedes olvidar
pero ella siempre está
Mamá la libertad, siempre la llevarás
dentro del corazón
te pueden corromper
te puedes olvidar
pero ella siempre está

Ayer soñé con los hambrientos, los locos,
los que se fueron, los que están en prisión
hoy desperté cantando esta canción
que ya fue escrita hace tiempo atrás.
Es necesario cantar de nuevo,
una vez más.

Los Dinosaurios
Charly García

Los amigos del barrio pueden desaparecer
Los cantores de radio pueden desaparecer
Los que están en los diarios pueden desaparecer
La persona que amas puede desaparecer.
Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire
Los que están en la calle pueden desaparecer en la calle.
Los amigos del barrio pueden desaparecer,
Pero los dinosaurios van a desaparecer.

No estoy tranquilo mi amor,
Hoy es sábado a la noche,
Un amigo está en cana.
Oh, mi amor,
Desaparece el mundo
Si los pesados, mi amor, llevan
todo ese montón de equipajes en la mano
Oh, mi amor, yo quiero estar liviano.
Cuando el mundo tira para abajo
es mejor no estar atado a nada
Imaginen a los dinosaurios en la cama
Cuando el mundo tira para abajo
es mejor no estar atado a nada
Imaginen a los dinosaurios en la cama

Los amigos del barrio pueden desaparecer
Los cantores de radio pueden desaparecer
Los que están en los diarios pueden desaparecer
La persona que amas puede desaparecer.
Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire
Los que están en la calle pueden desaparecer en la calle.
Los amigos del barrio pueden desaparecer,
Pero los dinosaurios van a desaparecer.

Serenata para la tierra de uno
María Elena Walsh

Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Por tu decencia de vidala
y por tu escándalo de sol,
por tu verano con jazmines, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.
Por tus antiguas rebeldías
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Para sembrarte de guitarra
para cuidarte en cada flor,
y odiar a los que te lastiman, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Sólo le pido a Dios
León Gieco

Sólo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente,
que la reseca muerte no me encuentre
vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferente,
que no me abofeteen la otra mejilla
después que una garra me arañó esta suerte.

Sólo le pido a Dios
que la guerra no me sea indiferente,
es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.

Sólo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente
si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden fácilmente.

Sólo le pido a Dios
que el futuro no me sea indiferente,
desahuciado está el que tiene que marchar
a vivir a una cultura diferente

Como la cigarra
María Elena Walsh

Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal,
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.

Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui,
solo y llorando.
Hice un nudo del pañuelo,
pero me olvidé después
que no era la única vez
y seguí cantando.

Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás
cuántas noches pasarás
desesperando.
Y a la hora del naufragio
y a la de la oscuridad
alguien te rescatará,
para ir cantando.

Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra

5 comentarios:

Studiolum dijo...

Muchas gracias de antemano, Fleur. Estamos esperando con mucha curiosidad a tu relación. ¡Saludos desde todos los rincones del mundo!

Julia dijo...

Digo lo mismo que nuestro hospitalario anfitrión, Fleur: ¡espero con ansias tu selección de corridos!
Recuerdo algunos con mucho gusto de cuando tuve que estudiar las transformaciones americanas de los romances tradicionales españoles. (Me parece fascinante la manera en que se crean, se transmiten, modifican y perviven las formas de poesía popular)
Saludos!

Aaoiue dijo...

Ajá. Los élitros vibrantes de las cigarras podrían bien ser un símbolo de la fuerza, la firmeza, la constancia, la alegría. Todo a la vez.
Precioso post de la memoria sentimental. En la guerra de las Malvinas había por lo menos uno de mi pueblo, que están en todas partes.
La hermana de mi madre que emigró a Comodoro Rivadavia (Amelia) y murió con 21 años, tuvo dos hijos (Carmen y Juan). Juan murió hace año y medio, en un accidente de tráfico. También tengo un primo en Saõ Paulo, José Antonio. Dos en Madrid. Tres en Galicia. Cuatro en Cataluña. Con todo esto quiero decir que todas las guerras son fraticidas. No descarto la posibilidad de que tenga un primo inglés porque mi abuelo paterno se fue a embarcar a Londres cuando emigró a Estados Unidos.
Qué bonito post, y ¡cuánto hay en él de ti!

Julia dijo...

¡Gracias, Aa!
Me pregunto si seguirá viviendo tu prima Carmen en Comodoro Rivadavia, con los pingüinos y la visita anual de las ballenas.

Reina Aaoiue dijo...

Sigue viviendo allí. Tiene 5 hijos. Una es idéntica a mi tía Ana, más rubia. Otra vino a Galicia hace unos 10 años, cuando Manuel Fraga era presidente de la Xunta y fletó 5 aviones con nietos de emigrantes de 5 paises de Sudamérica para que conocieran a sus familias. Otra hermana de mi madre, Pepita, que la tuvo mi abuela de soltera, también vivió en Bs Aires hasta hace unos 4 años, cuando murió.
Pingüinos y ballenas, seres excepcionales.