Viejas postales de Kutaisi


“Mando esta foto a mi querida madre en recuerdo mío, para que tenga una imagen mía, porque estoy muy lejos. Mírala mucho, y no me olvides. Guárdala hasta la muerte. Alexandre Ghoghoberidze. 21 de febrero de 1915”

En compañía de Jacopo y Eka estamos sentados en una cocina, en Mestia, bajos la montañas de Svaneti, y escrutamos estas líneas anotadas en viejas fotos georgianas. No es fácil: en cien años el georgiano ha cambiado mucho: las viejas formas dialectales han desaparecido, las fórmulas de cortesía se han olvidado, el alfabeto ha sido reformado, hasta la caligrafía ha cambiado.


“Mando este recuerdo mío a mis dulces padres y a mis queridos hermanos. […] Tabidze. Estos dos jóvenes son unos buenos amigos de verdad, Ivane y […] Mamaladze. 29 de febrero de 1904.”

Las fotos, de jóvenes georgianos que parten a la Gran Guerra, fueron entregadas a padres y hermanos para que los recordaran tras su muerte en algún rincón de Galizia, de los Cárpatos húngaros o Przemyśl. En ellas, los autores se muestran respetuosamente agradecidos a un editor por haber publicado sus artículos en la revista de la asociación cultural de la pequeña ciudad. Oficiales, ciudadanos en traje tradicional georgiano, muchachas, padres de familia posan por última vez ante el fotógrafo y dan testimonio, cien años después, de una Kuitasi desaparecida.


“Ekaterina Eristavi, fundadora de la biblioteca de Medjuriskhevi, hermana de Kita Abashidze. Shalva Eristavi, de Medjuriskhevi. [… ilegible] Con agradecimiento a Ekaterina, por haber publicado tan amablemente mi trabajo en la revista Iveria, ilustrando también de este modo a los lectores de la sala de lectura.”

Encontramos las postales en la trastienda de un pequeñ puesto de antigüedades de la calle de atrás del bazar de Kutaisi, donde fuimos con Eti en busca de bisutería antigua. Me permitieron fotografiarlas. En su mayoría parecen tomadas por Ermakov, su exitoso estilo creó escuela entre los fotógrafos georgianos en el cambio de siglo. Esperaba encontrar también una foto suya pero luego supe que las fotos originales de Ermakov están guardadas en casa de su propietario, el joven historiador y reputado coleccionista Ramaz Obuladze. Ya ha publicado su segundo libro de fotos antiguas georgianas titulado Indumentaria georgiana, donde muestra la ropa tradicional que guardan los museos con fotos de antes de la guerra de los habitantes de las montañas ataviados de aquel modo, así como fotos de gente de ciudad patriotas que posaban en traje tradicional. Pronto hablaremos también algo más de este asunto.

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