Una característica de los edificios de Frank Gehry es que no solo organizan el espacio circundante, sino también un espacio social más amplio, y son capaces de catalizar la revitalización económica y cultural de barrios enteros, e incluso de ciudades. Las extraordinarias exposiciones de la Fundación Louis Vuitton son también eventos de relevancia internacional. Así es esta actual de Iconos del Arte Moderno. La Colección Shchukin, abierta desde el pasado octubre hasta el 5 de marzo de este año.
Nacido en una rica familia mercantil de Moscú, Sergei Shchukin empezó a recoger obras de pintores franceses contemporáneos en 1897. En veinte años creó, con excelente tino, una de las mejores colecciones. Entre sus obras, cincuenta de Picasso, treinta y ocho de Matisse –que personalmente ayudó a organizar el salón del palacio de Shchukin en Moscú–, dieciséis de Gauguin, trece de Monet y ocho de Cézanne, que él prefería sobre las demás. Debía ser una experiencia fabulosa entrar en aquel palacio en cuyas salas, y hasta por los pasillos y el comedor, doscientos cincuenta y ocho cuadros de tanta categoría cubrían los muros. A partir de 1908, Shchukin abrió su colección a visitas públicas dominicales, y en los años siguientes provocaría un enorme impacto en el arte ruso de vanguardia.
«Los artistas rusos de vanguardia de aquel tiempo habían llegado al consenso de que nuestra escuela de arte más grande no era la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo, sino la Galería de S. I. Shchukin ... Viendo por primera vez la obra de aquellos ilustres artistas franceses, de aquellos pintores espléndidos, la impresión era simplemente alucinante ... No todos podían entender a Picasso, aunque todos reconocieran el enorme poder de su talento ... Sus principios de construcción de la pintura, el desmembramiento del objeto mediante cambios y sus otros experimentos; así, poco a poco se hizo más comprensible para nosotros.» (Ivan Kliun)
El término «icono» en el título de la exposición está muy bien elegido por varias razones. Se ajusta a un edificio que se va convirtiendo en un icono moderno de París. Caracteriza la recepción rusa contemporánea de estas imágenes, interpretadas en la atmósfera del redescubrimiento de los viejos iconos rusos entre 1905 y 1914, como iconos modernos, y alude a cómo el propio Shchukin recopiló las pinturas religiosas de Gauguin en una iconostasis personal colocada en su comedor. Y, por supuesto, cada una de estas imágenes se ha convertido desde entonces en un auténtico icono del arte moderno. Cada una de ellas, por ejemplo, tiene su propia entrada en la Wikipedia, y muchas han merecido libros enteros que las estudian. ¿Las reconocerías a partir de los siguientes detalles que fotografiamos ayer mismo mientras recorríamos la exposición?
2 comentarios:
Gracias por traducir todos sus ensayos al castellano. Esto me bastante oportunidad de leer mas en mi idioma secondario. Ademas, los temas siempre me gustan.
Gracias por traducir todos sus ensayos al castellano. Esto me bastante oportunidad de leer mas en mi idioma secondario. Ademas, los temas siempre me gustan.
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