«Cautivos del suelo natal por un no sé qué de dulzura, la patria no nos permite jamás
evocarla con indiferencia» (Ovidio, Epist. ex Pont., I, 3, 34)
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evocarla con indiferencia» (Ovidio, Epist. ex Pont., I, 3, 34)
Al llegar a Cabrera, ocupaba la bocana del puerto la salida de una regata de barcos antiguos, que iniciaban la vuelta a la isla.
Si el agosto pasado fuimos a aquella bodega que construyó al fondo del puerto la familia Feliu de Cabrera —en un fracasado intento de cultivar allí la vid—, y vimos los restos del monasterio bizantino recién excavado, ayer optamos por subir al castillo de fines del siglo XIV que domina la entrada del puerto.
El castillo consiguió proteger la isla de la ocupación esporádica de piratas que la usaban como plataforma para atacar desde allí los pueblos de Mallorca.
peligrosa por los naufragios [insidiosa naufragiis]»
Los franceses cautivos aquí desde 1809 —durante la Guerra de Independencia— montaron un pequeño teatro al abrigo de estas rocas. De los 13.500 que llegaron solo pudieron contarlo, y no fue poca hazaña, unos 3.500.
1 comentario:
Y Pei Di, encantado y nostálgico, echa mucho de menos el olor salado, los varios tintos del blu, y a Wang Wei, con o sin llampuga…
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