«Oh, la cuajada de Liptov. Recuerdo cómo la hacía mi abuela, aunque probablemente en una versión ajustada a la realidad de la República Popular, pues lo que no recuerdo es si en la oferta de la tienda incluía alcaparras o anchoas. Y la base de nuestro liptauer tampoco venía de Liptov. La granja lechera aún en funcionamiento en Liptov proveía a toda la Monarquía del mejor queso campestre de oveja –bryndza– del Imperio. Importantes cantidades fueron encontradas en casa de Coronel Redl en Praga cuando, antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, se supo que estaba espiando a favor de Rusia, como describió meticulosamente Egon Erwin Kisch, el reportero vertiginoso. Redl no sólo era un traidor, sino además un gran gourmet que hacía acopio en su casa de las más deliciosas especialidades de la Monarquía de los Habsburgo. Aparte de la cuajada de Liptov, también acumulaba un impresionante cargamento de jamón de Praga, cuyo recuerdo todavía sigue vivo en todo el territorio de la antigua Monarquía. En Trieste, Friuli y Trentino, al jamón cocido de calidad se le llama «prosciutto di Praga», aunque durante mucho tiempo, al menos desde la abdicación de Carlos IV, no hayan importado ningún jamón de Praga.
Tenía muchas flaquezas, el puerco de Redl, que al final lo convirtieron en un traidor, pero por ésta, su cariño al jamón de Praga, guardo al menos una comprensión parcial.»
BOOK PRESENTATION
14 November 1012 • 7 p.m.
Centrál Kávéház • Central Café
1053 Budapest, Károlyi Mihály street 9
With the Polish writer Robert Makłowicz
speaks about his book Café Museum Balázs Lévai.
Translator: Noémi Kertész
14 November 1012 • 7 p.m.
Centrál Kávéház • Central Café
1053 Budapest, Károlyi Mihály street 9
With the Polish writer Robert Makłowicz
speaks about his book Café Museum Balázs Lévai.
Translator: Noémi Kertész
Para los lectores de Río Wang no es ningún secreto la nostalgia que sentimos por aquellos viejos imperios de colorines sobre los que nunca se ponía el sol, o incluso cuando lo hacía, mientras aún no estaba oscuro del todo, uno podía atravesar un sinnúmero de fronteras lingüísticas sin pasaporte ni puestos aduaneros. Pasó lo que pasó, pero la reconstrucción de aquellas veijas grandes unidades aún es posible, en concreto tal y como lo intentamos aquí en Río Wang: viajando en su interior y saboreándolo. Y así es exactamente como lo hace, con una inmensa alegría de vida, un estómago excelente y su pasión por la microhistoria, Robert Makłowicz, escritor de Cracovia, terrateniente a orillas del lago Balaton y último ciudadano vivo de la monarquía de los Habsburgo. Ven a compartir la presentación del libro y el debate que le seguirá. Y luego lee la entrevista en exclusiva que nos concedió el autor. Será mañana por la mañana en nuestro blog, con la presentación detallada del libro aquí en Río Wang.
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